lunes, 26 de marzo de 2012
Gaia
Cuando el Hombre alcanzó su máxima virtud, redujo su población a pequeños núcleos dispersos por el mundo. Desde los cielos vigilaba el cauce de los ríos, y del bosque un jardín taoísta hizo. Tal fue el conocimiento que de la Naturaleza tuvo que ésta evolucionó hacia la catarsis.
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